César Bollero
Coach & Mentor
La incertidumbre en las organizaciones por los cambios de
paradigmas en un mundo de constante cambios.
En un mundo nuevo, dominado por lo desconocido y lo imprevisible, no sólo basta tener definido ¿a dónde queremos ir?, ¿quiénes son los que toman las decisiones? y ¿qué es lo que tienen que hacer?. También es necesario, saber engranar continuamente todos estos elementos; y esto se logra a través del diálogo y la interacción.
Hoy en día, nos hallamos frente a un futuro emergente, en el que, para abordar los nuevos retos, debemos asumir que “lo que no sabemos es más importante que lo que sí sabemos”. Tanto es así, que la complejidad creciente de este mundo interconectado, nos lleva a pensar que la estabilidad «en este nuevo escenario», será la excepción en un entorno estructuralmente inestable y conquistado por la IA.
En mi cuenta de Instagram, realicé mi #TriviaParaLíderes, y plantee dos preguntas a mi comunidad, abordando el caso hipotético de cómo se gestiona la incertidumbre en las organizaciones: ¿Con más diálogo e interacción? o ¿Con más jeraquía y planificación?
Las respuestas fueron interesantes..
La verdad es que ambas opciones son necesarias. Sin embargo, la opción B debe anteceder siempre a la opción A, es decir, primero se debe contar con una jerarquía y una correcta planificación, en la cual se asignen las responsabilidades a personas con la capacidad y las competencias requeridas para asumirlas. Ahora bien, como cada organización es única y las condiciones del momento varían, es allí cuando la opción A cobra mayor fuerza para resolver situaciones de incertidumbre, utilizando el diálogo participativo, coherente y direccionado, reforzado por supuesto por la opción B, la planificación.
Es momento, de ver a las organizaciones como sistemas adaptativos y no únicamente como el resultado de un plan global predefinido. La interacción y el diálogo entre personas y relaciones de poder, juega un rol importante al momento de abordar temas que se escapan de lo planificado, ya que allí es donde se negocian decisiones, donde la continuidad organizacional es la meta y los cambios son impredecibles.
Ser competitivos ante la incertidumbre supone ante todo capacidad para adaptarse a los cambios, siendo extremadamente ágiles, capaces de innovar y de adaptarse a un entorno complejo y estructuralmente inestable e incierto; sin ir en detrimento de los valores y razón de ser de la organización. Al contrario, deben fortalecerlos, manteniendo una actitud de liderazgo.
Las organizaciones de hoy deben ser más abiertas, redárquicas, dispuestas a sumar a sus proyectos las nuevas tecnologías como herramientas de automatización, sin fronteras funcionales, siendo transparentes en su gestión y capaces de co-crear con sus clientes y partners, en donde el liderazgo y la innovación será un trabajo de todos, y no el de unos pocos privilegiados situados en lo alto de la pirámide organizativa.
En conclusión, ambas opciones van de la mano. La incertidumbre se gestiona dentro de un proceso continuo basado en la planificación, con una jerarquía bien definida, teniendo claro quiénes son los responsables, sabiendo lo que cada uno tiene que hacer y de qué manera se deben cumplir esas tarea. Por lo tanto, la opción A de nuestra #TriviaParaLíderes, invita a asumir el diálogo como una vía eficaz para integrar todos los elementos anteriores, siendo una opción óptima para operacionalizar los planes y objetivos de la organización, ya previamente establecidos como su pilar fundamental.
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